La última fantasía

jueves, 4 de marzo de 2010


Hace 23 años apareció Final Fantasy. La mayoría de los videojugadores de hoy no habían nacido entonces. Este martes se pone a la venta en todo el mundo -excepto en Japón- Final Fantasy XIII. El juego, que se llamó así como un guiño a la última esperanza de evitar la bancarrota de su empresa, lleva casi un cuarto de siglo protagonizando la evolución tecnológica, estética y hasta musical de la industria del videojuego. Antes de que llegue la edición decimocuarta, ya anunciada para el próximo año, Final Fantasy alcanzará los 100 millones de copias vendidas; pero al margen de su éxito comercial, el juego nacido de la mente del japonés Hironobu Sakaguchi es un espejo en el que han de mirarse los creadores del entretenimiento electrónico.

Esta ficción interactiva, versión actualizada de las viejas aventuras de capa y espada, ha mantenido su prestigio a lo largo de sus entregas, pese a la inexistencia de un nexo narrativo entre capítulos, de los cambios de directores, de los mayores o menores éxitos económicos y de sus fracasos (también los ha habido). Final Fantasy es el símbolo del entretenimiento del siglo XXI.

Pocos productos pueden presumir de paralizar un mercado multimillonario con sólo salir a la venta. "En Japón suelen decir que no se sabe cuánto puede dar de sí una consola hasta que sale un nuevo Final Fantasy", señala José Manuel Íñiguez, director de Akaoni Studios.

No siempre fue así. Squaresoft, la compañía responsable del juego, inició su andadura en los años ochenta, pero la suerte no le sonreía y afrontó grandes problemas económicos. Jugaron su última baza con el proyecto de un joven Hironobu Sakaguchi. El nombre de Final Fantasy no fue casual, sino una referencia a su último sueño dentro de un mundo en el que lo habían dado todo. El juego fue un éxito y Squaresoft se convirtió en una de las compañías más importantes de Japón.

El martes se empieza a vender la entrega decimotercera, pero ninguna tiene relación entre sí, salvo por un espíritu común: bellas leyendas de capa y espada en un juego de rol por turnos. "Cada nuevo Final Fantasy se convierte en la creación definitiva dentro de su género. La saga es a los videojuegos nipones lo que Michael Jackson a la música pop ", destaca Luis García Navarro, traductor de FF XIII.

En 1991, tras cinco millones de unidades vendidas, la franquicia era ya un éxito de masas; un ascenso meteórico, pero merecido, que seguiría la tendencia con los capítulos IV, V y VI para Super Nintendo. William van Dijk, gran amante del juego, cree que su principal virtud es el guión. "La trama es el pilar básico de toda gran producción artística, sea literatura o cine. En la época inicial es donde mejor puede verse el progreso real de Final Fantasy hacia su madurez como videojuego, a todos los niveles".

De la Nintendo a la Play

Con la llegada de una nueva generación de consolas, en torno a 1996, Squaresoft quiso seguir fiel a Nintendo, pero hubo una ruptura de relaciones entre ambas compañías que supuso el lanzamiento de Final Fantasy VII en Play Station. Se convirtió en uno de los títulos emblema de la plataforma de 32 bits de Sony, alcanzando los 10 millones de copias vendidas. "Es la mejor entrega, diferente del resto. Incorporaba multitud de innovaciones que acabaron convirtiéndose en norma en la industria del videojuego", asegura Íñiguez.

Evoluciona el esquema básico de las entregas anteriores (mapa del mundo, ciudades y mazmorras, combates por turnos). Los sprites 2D dan paso a personajes y entornos tridimensionales; los argumentos son más profundos y complejos, más adultos.

Sergio Reyes, jefe de producto de Square Enix, admite que con la VII se introdujo de lleno en ese universo. "Aún recuerdo los momentos más épicos de esa entrega, aunque, a medida que te haces mayor, valoras otras características que antes no tenías en cuenta y eso es maravilloso".

Final Fantasy VIII y IX también llegarían a Play Station, con unas ventas de ocho y cinco millones respectivamente. De hecho, pese a las alabanzas de Reyes a VII, no duda en admitir: "Discreparé con muchos, pero fue el VIII el que me hizo vivir momentos inolvidables". Van Dijk tiene otro favorito: "El IX es, probablemente, el mejor de todos los capítulos recientes".

Viendo las ventas, se diría que el éxito era imparable, pero en 2001 se estrenó la película Final Fantasy: la fuerza interior, un sonoro fracaso económico para la compañía. Sakaguchi, padre de la criatura, abandonó Square. Ni siquiera los ocho millones de copias vendidas de Final Fantasy X para Play Station 2, el último capítulo con Sakaguchi, sirvieron para solucionar el problema. Luego, al convertir FF XI en un juego de rol multijugador on line, con menos de 300.000 suscripciones, se cortó su progresión. Y Squaresoft se vio obligada a fusionarse en 2003 con Enix. Pero la marca mantenía su imagen impecable: Final Fantasy XII arrasó con seis millones de copias vendidas con la PSP2.

"La historia es el elemento clave y la razón que me ha hecho un amante de los videojuegos", resume Reyes. "La emoción, el drama, la banda sonora y los personajes, así como los sistemas de batalla, únicos en cada entrega, son las características más valoradas por los fans".

Desde que se anunció la decimotercera entrega, en 2006, se ha convertido en foco de las miradas de millones de seguidores de todo el mundo; la espectacularidad gráfica, una muestra del potencial técnico de Play Station 3, no hacía

sino avivar la esperanza de los aficionados, ansiosos de una épica aventura que volviese a emocionarles. Según Reyes, "el saber que cada entrega es única y a la vez similar en esencia a la anterior hace que, durante el impasse de cada entrega, la espera se haga interminable para los aficionados". La espera no estuvo carente de sorpresas, como el anuncio de que se convertiría en el primer Final Fantasy para Xbox 360.

Final Fantasy XIII nos presenta un nuevo mundo llamado Pulse, sumido en un decadente estado de caos, y una ciudad flotante de nombre Cocoon, que ignora las llamadas de auxilio de los que habitan en tierra firme. Los habitantes de Pulse no dejan de rebelarse contra Cocoon y su rígido sistema teocrático. Es aquí donde se reunirán seis personajes cuyos destinos se entrecruzan por un objetivo común; pese a que todos son igual de importantes, destaca especialmente Lighting (en la foto), imagen del juego desde su anuncio.

Siguiendo las líneas que se han ido asentando a lo largo de la historia de FF, se mejora el sistema de combate Active Time Battle: enfrentamientos en seudo-tiempo real, potenciando sus virtudes, para facilitar batallas más rápidas y tácticas que en otras entregas.

"A diferencia del sistema tradicional por turnos, otorga a la lucha una tensión cercana a la de los juegos de acción", asegura Íñiguez.

El portento visual, junto con las mejoras en aspectos clave de la jugabilidad, permite dar vida y narrar una nueva leyenda en el mundo de los videojuegos que, según Navarro, "en el aspecto tecnológico y narrativo, sigue siendo un referente". Reyes augura que FF XIII "marcará un antes y un después en la franquicia". Lejos de ser la última, ya está la beta de la XIV y se trabaja en la XV, siempre con el objetivo de mejorar lo ya visto; pero como destaca Van Dijk, "siempre es difícil tratar de superar lo que para millones de aficionados son obras maestras atemporales".

0 comentarios:

Con la tecnología de Blogger.