Ghosts ’n Goblins (1985): Un clasico

martes, 23 de septiembre de 2008


En aquel ya lejano 1985 no era nada corriente encontrarse con una recreativa como Ghosts ’n Goblins. Los juegos de acción con tintes plataformeros y scroll horizontal eran abundantes en los salones recreativos de la época, pero pocos atesoraban la calidad, dificultad y jugabilidad de la que hacía gala la primera aparición de Sir Arthur en nuestras lúdicas existencias. Ghost ’n Goblins corría en una placa creada exclusivamente para el juego, con una CPU principal M6809 a 1.5 Mhz, una resolución de 256 x 224 píxels, una paleta de 256 colores y el por aquella época más que popular y legendario chip Z80 a cargo del sonido.

Ghosts ’n Goblins (conocido como Makaimura en Japón, lo que puede ser traducido a idioma anglosajón como “Demon World Village”) nos proponía una aventura de acción y plataformas en la que un barbudo caballero, de nombre Arthur, debía rescatar a la Princesa Prin Prin, la cual había sido secuestrada por el líder de una horda demoníaca. Arthur debía superar un total de 6 fases, ubicadas en territorios yermos y siniestros tales como un cementerio (el punto de partida del juego), un sombrío bosque o una ciudad en ruinas tomada por los demonios. Para defenderse de los implacables ataques enemigos, Arthur contaba con un arsenal compuesto por cinco armas arrojadizas (lanzas, cuchillos, antorchas…) las cuales, afortunadamente, jamás llegaban a agotarse. Esto daba al juego un marcado aire a shooter de scroll horizontal más que a beat’em up, lo que unido a sus tintes plataformeros ofrecía una mezcla de lo más adictiva.

Si alguno de los numerosos enemigos que plantaban cara a nuestro protagonista (el acoso era constante en la mayoría de los niveles, dado que los monstruos no dejaban de surgir continuamente por muchos que eliminásemos) conseguían darle caza, Arthur perdía su armadura para quedarse en paños menores. Si volvía a recibir un impacto en tal circunstancia, el sufrido caballero se quedaba en los huesos (literalmente) y pasábamos a perder una vida. Y perder una vida no significaba sólo encontrarse más cerca del temido Game Over, sino también volver a comenzar la sección desde el principio. Y es que cada uno de los seis niveles se encontraba a su vez dividido en dos secciones (radicalmente diferentes en ocasiones), las cuales actuaban como check points en los que comenzar de nuevo en caso de haber sido eliminados.

Para ayudarnos en nuestra odisea contábamos con una serie de ítems, muchos de los cuales dejaban caer los enemigos al ser derrotados, en forma de nuevas armas o iconos de puntuación que nos dejaban un poco más cerca de lograr las ansiadas vidas extra (conseguíamos una al llegar a los 20.000 puntos y otra cada 70.000, aunque esto podía ser cambiado por el propietario de la recreativa al manipular la placa). También, en el caso de encontrarnos en paños menores, contábamos con la posibilidad de volver a vestir una armadura haciéndonos con el ítem dispuesto a tal efecto. Estas armaduras solían encontrarse ocultas en el interior de cofres muy bien escondidos por el escenario, los cuales no eran visibles a simple vista; para hacerlos aparecer debíamos recorrer una determinada zona o saltar desde un punto concreto del escenario.

Pocos eran los que podían vanagloriarse de ver el final de Ghosts ’n Goblins usando una única moneda. Afortunadamente, el juego era condenadamente adictivo, por lo que poco importaba su insana dificultad, convirtiéndose en uno de los favoritos de los asiduos a los salones recreativos. Sus más que competentes gráficos y trabajado sonido (la música que sonaba en la fase del cementerio, por poner un ejemplo, se convertía nada más ser escuchada en una pegadiza melodía que no podíamos dejar de tararear) ponían la puntilla a un juego excepcional, que además ha soportado casi sin despeinarse el paso del tiempo, llegando a ser tan adictivo y apetecible hoy día como lo era en su momento de lanzamiento, hace ya la friolera de 23 años.







fuente:http://www.meristation.com/v3/des_articulo.php?pic=PC&id=cw48d39fbc331f2&idj=&idp=&tipo=art&c=1&pos=2

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