Europa multa a Intel con mil millones de euros por monopolio

miércoles, 13 de mayo de 2009


Intel tendrá que pagar 1.060 millones de euros de multa por, según la Comisión Europea, violar las leyes de la competencia en el mercado de los procesadores para PC.

La multa es muy superior a la impuesta a Microsoft, de 497 millones de dólares por abuso de posición dominante en el mercado del software. Además, la Comisión exige a Intel que deje de realizar sus “prácticas ilegales”.

La investigación europea se ha centrado en las cargas que Intel ha impuesto en los descuentos a los fabricantes de ordenadores como compensación por comprar, en volumen, sus procesadores x86. Además, Intel también ha sido acusada de pagar a los fabricantes de ordenadores por cancelar o retrasar el lanzamiento de máquinas que empleasen los chips de su rival AMD, así como de vender procesadores para servidores a un precio menor a los grandes clientes, como gobiernos y universidades.

Aunque Intel acata la sentencia, el CEO de la compañía, Paul Otellini, ya ha declarado, en un comunicado público, que la decisión es “errónea e ignora la realidad del mercado de microprocesadores, altamente competitivo”, para remarcar que los usuarios “no se han visto perjudicados en ningún momento”.
La multa de 1.060 millones de euros es la mayor que ha puesto la Comisión a lo largo de su historia a una única compañía. Para establecer esta cifra, se ha tenido en cuenta la duración del presunto abuso, la gravedad de las acciones y otras circunstancias.

Según IDC, Intel es el claro dominador del mercado de procesadores en ordenadores personales, con el 81,9 por ciento del negocio a finales de 2008, frente al 17,7 por ciento de cuota de AMD.

Por último, cabe señalar que Europa no es la única región en la que Intel ha tenido que hacer frente a investigaciones por parte de las autoridades regulatorias del mercado. Japón, Corea del Sur o Estados Unidos son otros países donde se investigan estas prácticas.



La ley francesa encaminada a luchar contra las descargas descontroladas en Internet ha dado un paso adelante. La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer el texto de esta ley por 299 votos a favor (en su mayor parte de la UMP, el partido en el Gobierno) y 233 en contra, la mayoría, provenientes de la izquierda. Hoy, previsiblemente, el Senado también dará el visto bueno al texto, que quedará listo ya para su entrada en vigor. La ley, muy criticada por los internautas y defendida por buena parte de los músicos y cineastas franceses, prevé el corte de Internet a la persona que efectúe descargas ilegales desde la Red tras varios avisos.

La UE requiere que el cierre sea decretado por una autoridad judicial
La ley especifica que el internauta que sea interceptado descargándose películas o música de forma ilegal recibirá un correo electrónico que servirá de primer aviso. Si el internauta persiste, a los seis meses recibirá en su domicilio una carta certificada conminándole a que abandone la práctica debido a que se arriesga a un corte de Internet. A los seis meses, si el amigo de las descargas ilegales insiste, verá cómo su conexión a Internet queda invalidad por dos meses. Eso no quiere decir que deje de pagar, al contrario. Deberá seguir abonando a las empresas suministradoras.

Esta circunstancia se ha denominado en Francia "la doble pena". En principio, si todo marcha como tiene previsto el Gobierno de Nicolas Sarkozy, los primeros cortes de Internet pueden producirse a principios de 2010.

El recorrido de la ley ha sido muy accidentado y la aprobación de la Asamblea Nacional tampoco blinda al texto contra imprevistos. Uno de ellos es un previsible recurso contra la ley del Partido Socialista francés (PS) ante el Consejo Constitucional.

El 11 de marzo, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley. El PS se opuso desde el principio, lo que le granjeó (entonces y ahora) una fuerte oposición por parte de parte del mundo de la cultura.

El 9 de abril ocurrió lo inexplicable. En una votación como la celebrada ayer, el texto de la ley fue rechazado debido a que la UMP no contaba, en ese momento, con la mayoría de diputados en la cámara. El PS se apunta una victoria momentánea y Sarkozy prometió entonces que la ley se aprobaría cuanto antes.

El 5 de mayo la ley recibió un nuevo revés, más serio, proveniente de la UE. El Parlamento Europeo votaba en contra de cualquier corte de Internet, cuyo acceso considera un derecho fundamental, sin que medie una previa decisión judicial. La ley francesa no estipula eso. Para cortar el acceso a Internet es suficiente una autoridad administrativa. Es decir, las dos leyes son incompatibles.

En principio, el Gobierno francés confía en salir victorioso de una previsible lucha jurídica. El tiempo corre ahora a favor de la ley francesa, que va un paso por delante. El próximo 12 de junio deben reunirse los ministros europeos del ramo para discutir este asunto y en cualquier caso, una nueva directiva europea no entraría en vigor, al menos, hasta principios de 2010. Hasta entonces, los miembros del Gobierno francés, decididos a aplicar su ley, confían en haber limado, a base de diplomacia, las incompatibilidades.

Mientras tanto, los internautas avisan de que la ley, compatible o no con Europa, se revelará inútil. Y aseguran que hay claves para sortearla, esto es, para bajarse de la Red material ilegal sin riesgo.

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