El Gobierno norteamericano protestarña formalmente ante el chino tras el ataque cibernético que sufrió una treintena de empresas norteamericanas, algunas de ellas relacionadas estrechamente con el Pentágono, a mediados de diciembre, y en el que, a través de los servidores de Google, unos espías lograron entrar en las cuentas de correo de activistas tibetanos. Representantes del Departamento de Estado se reunieron con miembros de la embajada china en Washington y tras el encuentro, anunciaron que enviarán una queja formal a Pekín la semana que viene.
Entre esas empresas está la contratista de defensa Northrop Grumman, que fabrica, entre otros, los bombarderos B-2 Spirit del Ejército nortamericano, y el mayor proveedor de seguridad online, Symantec. Los sectores de actividad de estas empresas y la respuesta diplomática de EE UU apuntan a que este es uno de los mayores casos de espionaje industrial de la historia.
"Esto no es sólo el caso de un espía entrando