34 productoras pierden un juicio por descargas ilegales en Australia

jueves, 4 de febrero de 2010

Un grupo de grandes productoras cinematográficas internacionales ha perdido un juicio en Australia contra un proveedor de Internet acusado de permitir a los usuarios realizar descargas ilegales de sus películas.

El Tribunal Federal australiano desestimó la demanda de 34 estudios, entre los que se hallan las filiales locales de Universal Pictures, Warner Brothers y 20th Century Fox, que habían demandado a la compañía iiNet por haber supuestamente violado sus derechos de propiedad intelectual.

Pese a que iiNet tenía conocimiento de que sus clientes estaban vulnerando los derechos de autor ("copyright") de las productoras al descargar los filmes de la Red, es "imposible" hacer responsable del delito al proveedor de Internet, según el fallo del juez Dennis Cowdroy.

Las productoras alegaban que la empresa cometió una infracción al no haber impedido que su sistema fuera empleado para transmitir y almacenar las copias ilegales. El magistrado señaló que iiNet tampoco tomó ninguna medida para detener la actividad de los piratas, pero consideró que eso no equivale a un delito.

"Las pruebas establecen que (la compañía) no hizo más que ofrecer a sus usuarios un servicio de acceso a Internet", añade el magistrado. Su sentencia admite que la descarga ilegal de archivos a gran escala en Internet es un gran problema, pero no puede actuar contra iiNet "simplemente porque hay que 'hacer algo' para solucionarlo".

El fallo es visto por los expertos como un hito que sienta un precedente judicial para proveedores de servicios de Internet en todo el mundo, que pueden verse así libres del acecho de las grandes multinacionales del entretenimiento que les exigen responsabilidades por la piratería en la que incurren sus clientes.

La compañía de la manzana lanza un parche que cerraría cinco agujeros, incluyendo algunos que permitirían a un 'hacker' acceder al terminal y tomar el control, según informa Cnet.

El parche afecta a todos aquellos que tengan en sus terminales el sistema operativo iPhone OS 3.1.3, tanto para el teléfono como para el iPod Touch.

Según informa Apple en su web, la posibilidad de que el teléfono se 'contagie' sería en caso de reproducir un archivo MP4, una imagen TIFF o accediendo a un servidor FTP maliciosos.

Renovarse o morir. La presión de la industria cultural y los Gobiernos contra el intercambio de archivos con copyright está provocando importantes cambios en la forma como éstos se encuentran y comparten. Suben con fuerza los servidores de descarga directa tipo Rapidshare mientras languidece el P2P, cuyo sistema más popular, Bittorrent, se reinventa con la descentralización.

Para sortear la ofensiva legal hay diferentes propuestas que van a sustituir la vieja rutina de colgar los archivos en redes P2P y anunciar su ubicación en webs, talón de Aquiles del intercambio de archivos, ya que constituyen un punto centralizado y localizable por la industria cultural. El año pasado, los tres sitios punteros a nivel mundial -The Pirate Bay, Mininova e Isohunt- pisaron los tribunales y van a menos.

El remedio técnico a este talón de Aquiles es abandonar la fórmula de las webs de enlaces y volver a la filosofía de las viejas redes descentralizadas, como eMule o Gnutella, más difíciles de perseguir ya que no necesitan sitios en la Web para localizar los archivos: el propio programa cliente tiene un buscador que indaga quién ofrece el contenido buscado.

Recientemente el programa para Bittorrent Frostwire presentaba una nueva versión que permite trabajar de forma descentralizada, buscando archivos Bittorrent en la red Gnutella sin necesidad de servidores centrales. Otro programa en circulación desde hace años, Tribler, desarrollado por diversas universidades con fondos europeos, permite lo mismo. También el plugin para el programa Azureus, Cubit.

Aún son pocos los que se apuntan a la descentralización, aunque serán más tras anunciar The Pirate Bay que apostará por el sistema DHT, de enlaces "magnéticos", una versión cifrada del auténtico enlace Bittorrent, que el programa cliente descifra para localizar el archivo, sin necesidad de servidores centrales; pero el DHT no todos los clientes de Bittorrent lo implementan. Tampoco fue creado para redes tan grandes y puede presentar problemas. Para colmo, la popularidad de Bittorrent viene de su rapidez al usar servidores centrales. La descentralización al estilo eMule lo convierte en una red P2P más.

La descentralización comporta que nadia compruebe la calidad del contenido que compartir, función que ahora hacen las webs de enlaces y que permite que Bittorrent esté limpio de fakes (archivos que engañan sobre su auténtico contenido), introducidos por la industria cultural en las redes P2P para minarlas por dentro. Los moderadores de Mininova y The Pirate Bay aseguran que borran cada día más de mil fakes.

La solución a los fakes sería que el propio internauta califira los archivos. El programa Tribler es el único que lo permite, pero los viejos del P2P no lo ven claro: "Es muy raro el usuario que piensa en los otros. La mayoría cuando acaba la descarga corta la conexión y no se preocupa por el que viene detrás", afirman JAJ, seudónimo de dos webmasters P2P españoles, autores de P2pedia.info.

Cae el tráfico

La persecución en algunos países a la gente que comparte archivos en las redes P2P está provocando su abandono. Según Arbor Networks, el tráfico P2P ha caído del 40% al 18% en los últimos dos años. Sus sustitutos son los servidores de descarga directa que nada tienen que ver con el P2P, como RapidShare, Hotfile o Megaupload. Pueden ser gratis o de pago, mediante cuentas Premium de gran velocidad.

Blogs y foros publicitan los enlaces para estas descargas directas, de forma que todo el sistema está basado en sitios en la Web. La amenaza de cierre por denuncia se evita usando máquinas situadas fuera de España o de Europa, gestionadas por personas que viven en países adonde es díficil que llegue el brazo de la ley. En algunos casos se cifran los enlaces para que no se sepa de qué película o juego se trata.

De esta forma, a la industria cultural sólo le queda la opción de que un juez bloquee el acceso al sitio desde España (una medida que no evita que quien quiera lo siga visitando con servidores intermedios, proxis), o bien notificar uno por uno los archivos que atentan contra el copyright, para que el servicio de descargas los borre. En este caso, lo habitual es que al poco rato reaparezcan en otro sitio o con otro nombre.

Ilegal, pero en español

España es un mundo aparte en la descarga de contenidos. "Aquí somos muy cómodos y lo queremos todo en español", explican JAJ. Así es difícil que triunfe la distribución descentralizada de series, películas, juegos y porno en versión original. El público español demanda que sean traducidos a su idioma, lo que encarece el proceso y precisa de centros de distribución específicos.

Las películas descargadas en la Red española tienen la misma imagen que en el resto del mundo, pero el audio es otra historia. Para conseguirlo en castellano han de ir al cine, pagar la entrada y grabarlo con un equipo que ronda los 400 o 500 euros. Después, llega el proceso de sincronización de audio y vídeo, que no lo sabe hacer cualquiera.

Si la película es española, ni siquiera la imagen está disponible en los centros mundiales de descarga. La única manera de obtener imagen y audio es grabarlos en el cine o esperar a que salga el DVD y copiarlo. Eso hace que muy pocos españoles tengan capacidad de colocar material en la Red. "El 80% de los estrenos en la Red española son de dos páginas", aseguran JAJ. Estas webs llevan a cabo todo el trabajo mencionado y, además, compran material, ya procesado para el público español, en servidores FTP de pago. La web recupera el dinero con publicidad, venta de bases de datos de clientes o de las páginas de enlaces.

Si desaparecieran estas webs de material español y el intercambio de archivos se redujese a las redes mundiales con contenidos en versión original, las descargas en España serían casi inexistentes. "Habría pocos que, individualmente y sin esperar ni un gracias a cambio, pondrían cosas en circulación".

Planeta App

El Gobierno británico divulga datos públicos para que los programadores añadan aplicaciones (apps) que los mejoren y los hagan más útiles.

Televisores, ordenadores, impresoras, libros electrónicos..., cualquier producto y cualquier marca abre su quiosco de apps. La reciente feria de Las Vegas tenía su zona app; la próxima de móviles de Barcelona, también. No es extraño que hasta los Gobiernos se apunten al planeta App.

A los 41 años, Jaime Fernández Vera se ha montado en la app economía. Es químico, pero otra pasión le quema: programar. Sus aplicaciones educativas en el iPhone, para consultar el diccionario de la RAE (RAEútil) o pescar sinónimos y antónimos, han arrasado en App Store y se han aupado al número uno en España, México y otros países. "Dan para un sueldo extra, pero prefiero no decir cuánto, hay mucha envidia", sonríe.

Como él, muchos desarrolladores se iniciaron en la escuela de los widgets, término que Apple y Yahoo popularizaron en 2005: códigos incrustables en cualquier página para crear sencillos programas de noticias, el tiempo, alarmas... Los widgets evolucionaron a aplicaciones online más complejas en julio del 2008, cuando Apple cogió desprevenida a la industria del móvil con su App Store. En 2010 todos tendrán una.Conquistado el móvil, en 2010 se está produciendo otro volantazo: la aparición de tiendas virtuales en múltiples plataformas.

Amazon ha trasladado el concepto al práctico Kindle. Apple lo intentará en los tablets con el iPad y su tienda de libros (iBook). Yahoo persigue lo mismo para televisores conectados a Internet. Acer lo anuncia para sus ordenadores.

Las tiendas Apps se han convertido en un negocio; más aún, en un medio de fidelización de la clientela. Su inventor, Apple, capitaliza el éxito. Tiene el 95% del mercado, su tienda muestra 100.000 aplicaciones y le reporta anualmente cerca de 1.000 millones de dólares, pese a que la mayoría son gratuitas y en las de pago el 70% del precio se lo lleva el autor.

Según Gartner, las tiendas online para el móvil moverán 6.800 millones de dólares este año, pero cada día va a ser menos un negocio exclusivo de Apple. Google, Nokia, LG, RIM, Palm, Vodafone, Verizon, Microsoft, Sony, Dell, Qualcomm..., del videojuego al televisor, todos abren su propia tienda app y miles de desarrolladores van detrás.

Droiders es una de las decenas de start-ups españolas que buscan subirse a la ola. Ocho informáticos a tiempo completo han diseñado sistemas para traducir voz y texto en el móvil, localizar lugares de interés próximos al usuario o recibir descuentos escaneando el código de barras de un producto. Con sede en Murcia, son rentables y esperan ingresar medio millón de euros en 2010 y doblar cada año, todo a base de crear aplicaciones en el móvil. "Y pronto en el iPad", asegura Julián Moreno, su fundador. "Lo de la app economía es complicado. O estás en el top 10 de muchos países o no recuperas la inversión. Por eso nos hemos centrado primero en desarrollar para empresas", explica Moreno.

Bio Wallet, en Cáceres, ha inventado un software biométrico para Android (sistema de Google para los móviles) que usa servicios de móvil (banca, micropagos...) identificándose a través del iris, la voz o la firma. La idea fue una de las 50 finalistas entre más de 1.700 proyectos del Android Developer Challenge. "Android tiene menos cuota, pero no existe la censura del App Store", dice José Luis Huertas, que está al frente del proyecto. "Si no le gustas a Apple, no entras".

Amazon ha trasplantado el modelo al lector de libros electrónicos. EA Mobile y Sonic Boom desarrollan puzzles y juegos de palabras para el Kindle. Se podrán descargar directamente del lector vía 3G o conectándolo al ordenador. "La ventaja sobre los smartphones es que el Kindle no tiene coste mensual ni contratos anuales", dice Cinthia Portugal, portavoz de la compañía. El Kindle se enfrenta a la competencia del iPad de Apple (de similar precio) y otros e-readers, como el Nook de Barnes & Noble, basado en Android. "Google integrará Android en otros e-books. El potencial de los programadores será enorme", dice Moreno.

Supermercados virtuales

Con su nuevo iPad, Apple vuelve a plantear una propuesta demoledora: crear un enorme supermercado virtual donde descargarse juegos, libros, periódicos, películas, música, procesadores de texto..., todo empaquetado y comercializable. Para los desarrolladores se abre un nuevo mundo. "Con este modelo, con unos cuantos clics y desde cualquier parte puedes acceder a cientos de programas en cuestión de segundos, algo impensable hace muy poco tiempo", dice Huertas.

Google tiene una visión diferente a la de Apple: las tiendas virtuales no son el futuro. "Las aplicaciones se incorporarán al navegador", aseguró Vic Gundotra, vicepresidente de ingeniería del buscador. Dicho y hecho, si Apple no admitió en su App Store su aplicación de voz, Google la metió en el iPhone a través de su navegador.

"Lo que sí traerá la utilización de estándares web, de HTML 5 y WebKit, será que la misma aplicación funcionará en todos los equipos y sistemas operativos a la vez", avista Julián Moreno. "Ya no habrá fragmentación".

Los Gobiernos se 'appuntan'

El Gobierno británico puso en la Web hace 15 días 3.000 bases de datos públicas -desde los precios de la vivienda en un pueblo al número de suicidios en las fuerzas armadas- para que la gente los aprovechara y realizara apps de uso público y abierto. Presentada la iniciativa por el creador de la Web, Tim Berners-Lee, también se enseñaron las 28 primeras apps. Todas ellas coinciden en tomar las ristras de datos y convertirlas en gráficos y estadísticas de más fácil comprensión, mezclándolas con la geolocalización en mapas. Las más frecuentes son las que te indican el dentista, el hospital y la escuela más cercana a tu casa; pero también cómo se gasta el Ayuntamiento o el Gobierno tu dinero, por qué carreteras transitan los camiones y los puntos negros del tráfico. Seis meses antes, la misma iniciativa la había tomado el Gobierno norteamericano, aunque con menos datos.

En España, el Gobierno del Principado de Asturias ha liberado mediante web semántica datos sobre formación ocupacional, edificios públicos y servicios de la Administración. "Este mes abriremos completamente las fuentes", dice su responsable José Manuel Alonso. "En dos horas es posible crear una aplicación".

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