Pocos se acordaban de la última vez que Nintendo levantó el pie del acelerador, pero ese momento ha llegado. El gigante nipón de los videojuegos ganó 228.635 millones de yenes (1.903 millones de euros) en el año fiscal que finalizó en marzo, lo que supone un 18,1% menos que el año anterior. Estos resultados son la primera contracción de su beneficio neto en seis años.
Los ingresos por ventas cayeron un 22% frente al periodo anterior, hasta los 1,43 billones de yenes (11.903 millones de euros), especialmente por los menores márgenes de la Wii, la videoconsola para el hogar más vendida del mundo, y la fortaleza del yen.
En el último ejercicio fiscal, la compañía de Kioto obtuvo un beneficio operativo de 356.567 millones yenes (2.968 millones de euros), un 35,8% menos que en el ejercicio anterior, cuando había cerrado con resultados récord.
Nintendo ha anunciado que en este ejercicio mejoraron las ventas de la su consola portátil DS en Estados Unidos hasta los 12,29 millones de unidades, lo que ayudó compensar el retroceso en Europa, y permitió que desde su nacimiento haya vendido 128,89 millones de unidades, con lo que ha superado a la mítica Game Boy.