Palm, otro pionero de la era de Internet que cae víctima de la tecnología

viernes, 7 de mayo de 2010



Netscape, Altavista, Geocities, Sun Microsystems y ahora Palm... Todos ellos fueron símbolos de la era de Internet y de la vanguardia tecnológica. Todos ellos, en algún momento de su breve historia, se inventaron un producto, fueron los números uno y, con la misma rapidez con que ascendieron, han desaparecido o acabado en manos de otras empresas que se han adaptado a la velocidad con que cambia la tecnología.
El último caso: Palm (fecha de nacimiento, 1992; desaparición, 2010). HP ha pagado 900 millones de euros, aunque básicamente lo quiere de ella es su sistema operativo, que instalará en móviles y portátiles. La Palm Pilot, la agenda electrónica que dio nombre a un genérico, vio cortada su fulgurante carrera cuando los móviles dejaron de servir sólo para hablar.

Las empresas de la vanguardia tecnológica acaban muriendo con pasmosa rapidez con su mismo veneno: el imparable avance tecnológico. "Esto es normal", dice el profesor de ESADE Jan Brinckmann. "Es un sector de rápido desarrollo. Además se junta que se invierte mucho dinero, por tanto hay mucha competencia y son áreas de moda. En tecnología es muy difícil mantener un liderazgo largo tiempo".
Abrieron caminos, fueron ejemplos de innovación y vanguardismo, y con la misma rapidez con que alcanzaron su cénit han desaparecido, han sido absorbidas o languidecen mientras suspiran por alguien que les compre. Hace unos meses Oracle engulló a Sun Microsystems (1982-2010), creadores del lenguaje Java, del Openoffice, de sus eficientes servidores; sin embargo, el mundo les recordará, probablemente, por haber plantado cara a Microsoft en los tribunales.
El huracán tecnológico a nadie respeta. Netscape (1994- 2005), que tuvo el 90% del mercado de navegadores, sucumbió ante el Explorer de Microsoft, que ahora ve perder mercado ante Firefox.
Google reina entre los buscadores, pero sólo desde finales de 2000, antes reinó Altavista (1995-2003), que desapareció poco después de comprarlo Yahoo!. Esta empresa, que compró Geocities, también ha vivido rumores de compra.
Palm ha sido el ejemplo de la última semana, AOL quizás el próximo. "Fueron buenos al crear un producto en un comienzo, pero su negocio se basa en tener al cliente encerrado en sus propio sistema, y eso no gusta", dice Brinckmann.
En el año 2000 la valoración bursátil de AOL era de 226.000 millones de dólares, pero en el año 2007 ya sólo valía 20.000 millones. Los suscriptores de pago que a finales de 2004 llegaban a los 30,5 millones fueron cayendo trimestre a trimestre hasta llegar a los 4,6 de este último, 1,7 millones de abonados menos que hace un año.
La decadencia de AOL (1985) ha seguido en el tiempo, cualquiera que fuera su modelo empresarial, bien con AOL Time Warner, bien cuando se separó, pero dentro del grupo, o cuando volvió a independizarse, a finales del pasado año. Su decadencia tiene más que ver con una interpretación de Internet que chocaba con la realidad y que fuera de Estados Unidos nunca se entendió: suscribirse a un Internet cerrado.
Hace cuatro años AOL aún tenía el 6% de todas las búsquedas de los internautas norteamericanos; hoy apenas llega al 2,5%. Por supuesto fuera de Estados Unidos es casi inexistente (0,5%), una vez fracasados sus tardíos intentos de expansión por el resto del mundo. En España aterrizó, con ordenador y todo, de la mano del Banco de Santander. Fracaso absoluto.
"La regla general es ofrecer al cliente algo más que la competencia", dice Brinckmann. "Al principio así fue, pero hoy ya no es así". En los noventa, los norteamericanos se quedaban dentro de AOL como hoy se quedan dentro del ecosistema de Facebook.
"El problema de AOL lo tiene también My Space", añade Brinckmann. "Fue el primero de la red social, el mejor, pero luego llegó Facebook y ofrecía al cliente muchas más cosas y este pasaba más tiempo en sus páginas; en definitiva, generaba más tráfico y, por tanto, más atractivo para la publicidad".
El profesor de ESADE cree que MySpace (1993) lo tiene "difícil". "¿Qué pueden ofrecer que no tengan otros? Además, no paran de publicarse noticias de que sus técnicos se van a otra parte. Mala señal".
Es difícil ahora acordarse de Second Life, pero sólo hace tres años estaba en todas las portadas. "Fue un hyp, algo nuevo; vale, era más que un juego, pero poco más. Los medios le prestaron mucha atención, pero ¿ofrecía algún valor añadido a su clientela? No lo sé".
Brinckmann tampoco salva del riesgo a Apple, hoy por hoy ejemplo de casi todo. "Son muy buenos desarrollando productos cerrados, el hardware y el software propios. Por una parte está muy bien porque lo controlan todo, pueden moverse deprisa, pero tiene la desventaja de ser una plataforma cerrada. Va a ser difícil que mantengan su posición dominante ante la plataforma abierta Android".
La globalización parece que se ha vuelto en contra de Estados Unidos. Una empresa norteamericana no puede triunfar si no sale de sus fronteras. Palm siempre tuvo más predicamento en su país que en el resto, pero lo mismo ha ocurrido históricamente con los teléfonos Motorola y la fábrica de ordenadores Dell. Las empresas norteamericanas también tienen que globalizarse.

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