El Consejo Fiscal critica el proyecto de ley que permitirá a Cultura cerrar sitios web

martes, 16 de febrero de 2010

El Consejo Fiscal considera "dudoso" que la protección de la propiedad intelectual "deba ponerse a la misma altura" que la del resto de los bienes jurídicos protegidos -algunos de ellos derechos fundamentales- por la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información.

Así se expresa el órgano asesor del fiscal general del Estado en su informe sobre la Ley de Economía Sostenible (LES), que introduce modificaciones en otras normas -como la citada anteriormente- para reforzar las medidas de protección de la propiedad intelectual, y posibilita el cierre de páginas web o la retirada de determinados contenidos de las mismas.

En el informe, la Fiscalía critica que se haya situado la salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual "al mismo nivel" que la del orden público, la investigación penal, la seguridad pública, la defensa nacional, la salud pública, la dignidad de la persona y la protección de la juventud y de la infancia.

Para el Consejo Fiscal, la propiedad intelectual debe ser tratada "como derecho de propiedad" y no como un derecho fundamental, ya que, "aunque se pueda reconocer su importancia" en las sociedades modernas, "no parece alzarse al mismo nivel" que intereses generales como el orden público o colectivos situados en una posición de debilidad, como los menores.

Contradicción

El Ministerio Público también advierte en su escrito alguna "contradicción" en la disposición de la LES que permite a la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual (CPI), de nueva creación, requerir a los "prestadores de servicios de la sociedad de la información" los datos para identificar a los responsables de las supuestas infracciones de los derechos de propiedad intelectual.

Así, cree que no se plantea ningún problema si de lo que se trata es de obtener "la identificación de la titularidad formal registrada" -el titular del nombre del dominio de la página web, por ejemplo-, pero dice que en ocasiones será preciso conseguir otros datos para los que la ley "exige autorización judicial previa".

Para proporcionar "cobertura legal" a la CPI, la Fiscalía propone modificar la ley de modo que no se precise autorización judicial para los datos "que no estén amparados por el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones, sino por el derecho de intimidad", ya que éste permite valorar "la proporcionalidad de la medida de intromisión" en relación con los intereses que se quiere proteger.

"En cualquier caso, lo que en ningún supuesto puede recabar la CPI, ni puede ser proporcionado por los prestadores de servicios de la sociedad de la información, son informaciones referidas a comunicaciones privadas que puedan afectar al derecho fundamental al secreto de las comunicaciones, que requieren ineludiblmente autorización judicial", advierte el informe.

Una comisión 'confusa

La Fiscalía critica también la regulación que la ley hace de la estructura de la CPI, que "resulta confusa" porque "más que crear una Comisión con un mínimo común denominador parece originar dos", una que ejerce "labores de mediación" y otra que interviene en los servicios de la sociedad de información "con un enorme potencial de incidencia invasiva en la esfera de derechos fundamentales".

Por último, el informe recuerda que pese a que la ley prevé que los Juzgados de lo Contencioso de la Audiencia Nacional podrán acordar, a propuesta de la CPI, el cierre de páginas web o la retirada de contenidos de las mismas, esta medida "queda limitada a los casos en que el prestador del servicio está establecido en España o en un Estado de la UE o del Espacio Económico Europeo".

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha aterrizado hoy en el Mobile World Congress de Barcelona, donde se reúnen los principales operadores del mundo, y ha dado su apoyo tácito a la iniciativa de muchos de ellos de cobrar a Google por el uso de sus redes. "Es una opción posible que hay que discutir y barajar". César Alierta, el presidente de Telefónica, encendió el debate la pasada semana al afirmar que si Google y los demás buscadores quieren hacer negocio en Internet tendrán que cederle una parte a los operadores que ponen a su disposición sus redes y sus millones de clientes, con cuantiosas inversiones.

Sebastián se ha mostrado cauto sobre las noticias que apuntan a una posible fusión entre Telefónica y Telecom Italia, ya que el Gobierno no debe interferir en operaciones de empresas privadas, aunque ha lanzado un aviso a la prensa para que "la gente no invente cosas".

El ministro ha vuelto a denunciar que la renovación tanto del Comisión Nacional de la Energía como de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones no es posible "porque el PP debe estar muy ocupado" y no ha atendido los llamamientos del Gobierno para un pacto de Estado que asegure la composición de estos dos organismos reguladores.

El ministro también se ha pronunciado sobre los problemas para el rescate financiero de Grecia y ha afirmado que "Europa no está preparada ni tiene instituciones propias para resolver estas eventualidades".

Microsoft quiere frenar el iPhone

Microsoft se la juega en los móviles. El dispositivo más popular de la historia -4.000 millones funcionan en todo el mundo- es también el más rentable. El precio de los terminales inteligentes (smartphone), verdaderos PC con pantalla pequeña, se equipara cada vez más al de los portátiles, y el margen de beneficio de este mercado es mucho mayor que el de la informática. Por eso, la empresa de software ha dado un vuelco en su estrategia con el nuevo Windows Phone Series 7, su nuevo sistema operativo para móviles, con el que combatir a sus rivales Nokia (Symbian) y, sobre todo, a Google (Android) y Apple (iPhone) que le están quitando terreno.

El Windows Phone 7 está pensado para pantallas táctiles y conexión permanente a Internet, integra las plataformas de juegos (Xbox Live) y de música (Zune) y el buscador Bing de Microsoft, aunque lo más novedoso es un escritorio con iconos vivos, desde fotos a aplicaciones o páginas web, que se actualizan constantemente. "Apple lo ha hecho bien. Pero cuando la gente pruebe Windows 7 va a comprobar que esto es muy diferente de todo" señalaba Steve Ballmer, consejero delegado de Microsoft, durante la puesta de largo del nuevo sistema, que tuvo lugar en el Mobile World Congress de Barcelona.

La compañía de software ha llegado a un acuerdo con los principales operadores -entre ellos Telefónica, Vodafone y Orange, que actúan en España- y fabricantes -Dell, Garmin, Asus, HTC, HP, LG, Samsung, Sony Ericsson, Toshiba y Qualcomm- para que los primeros teléfonos que naveguen con Windows 7 estén en el mercado en las "vacaciones de 2010", aunque todo apunta a que estarán listos en septiembre.

La sensación de manejabilidad del terminal de Apple es el enemigo a batir ("No somos un clon del iPhone", dijo Ballmer). Windows Phone 7 quiere ir más allá mediante un interfaz visualmente revolucionario: la pantalla de inicio se puede configurar como una serie de "cuadros vivos", continuamente actualizados. Así, el usuario puede crear un "azulejo" para un contacto, en el que se integran y cargan en tiempo real los mensajes, las entradas y las fotos que cuelgue en las redes sociales. O instalar un panel de noticias que se actualiza periódicamente.

La otra obsesión de Microsoft es conseguir integrar en su sistema todos los servicios. Los teléfonos Windows 7 vendrán con un botón del buscador Bing, proporcionando acceso con un clic para buscar desde cualquier aplicación, e incluirán además el acceso a los servicios de Microsoft Office. El teléfono se conecta con el servicio online Xbox Live, para que los usuarios puedan jugar y ver los perfiles de los jugadores. Una conexión con el servicio de Zune permite reproducir el contenido musical almacenado en los ordenadores personales, así como escuchar música online.

Windows 7 quiere también simplificar la información y aplicaciones de que dispone un teléfono móvil. Por eso, ha dividido todas las tareas en seis hubs (compartimentos) para reunir con el contenido de la web, aplicaciones y servicios en una sola vista y simplificar las tareas comunes: fotos, juegos (Xbox), música y vídeo, mercado y oficina (integra el Office).

Pero en el congreso mundial de móviles no sólo se ha hablado de Microsoft. También ha salido a relucir su gran rival, Google. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, echaba más leña al fuego al mostrarse comprensivo con la propuesta de César Alierta, el presidente de Telefónica, de cobrar a Google y al resto de buscadores en Internet por el uso de sus redes e infraestructuras. "Es una opción posible que hay que discutir y barajar", dijo Sebastián.

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