Muy interesante se plantea el lanzamiento del Acer Aspire One D260, un nuevo ultraportátil de la conocida marca que verá el mercado dentro de unas semanas, en agosto o septiembre, y que trae como principal novedad la inclusión de dos sistemas operativos: Windows y Android.
Acer ya había tanteado el mercado de los netbooks con Android con el Aspire One D250. En este caso, el D260 supone una leve actualización en varios sentidos, tanto interna como externamente. Lo más llamativo, el uso de un microprocesador Intel Atom N450 o N455, memoria DDR3 y gráfica integrada Intel GMA 3150, todo en 10.1 pulgadas de tamaño. La pantalla tiene una resolución de 1024×600 píxeles, una lástima que no alcance unos 720p nativos.
Sin embargo, Acer Aspire One D260 también se renueva, y mucho, por fuera. Todos los modelos mantendrán un mismo diseño pero con colores diferentes: negro, gris marengo, rosa y violeta. Parece que desde Acer quieren que sus equipos luzcan bien tanto por dentro como por fuera. Por cierto, la autonomía, algo fundamental en un ultraportátil, se eleva hasta las 8 horas con la batería de seis celdas, aunque el D260 también se venderá con una de tres que alcanzará las cuatro horas de funcionamiento.Y, por supuesto, no nos olvidamos de que ciertos modelos incorporarán Android, además de Microsoft Windows. Este último será para el uso habitual, mientras que el primero vendrá preinstalado en ciertos modelos y hará las veces de sistema de acceso rápido, pues en unos segundos se podrá arrancar al completo para así empezar a utilizar el equipo en unos pocos segundos. No parece que Android vaya a ser un sustituto de Windows, al menos no en estos Aspire One D260.
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